Para aquel que no lo sepa, los días 8 y 9 de julio el Papa viene a Valencia a celebrar el Encuentro Mundial de la Familia Cristiana, ahí es nada. Y con motivo de tal evento están revolucionando la ciudad, las cifras que se barajan son astronómicas, las medidas de seguridad y el personal sanitario con el que contará ronda las 6.000 personas (sin contar voluntarios). El coste aproximado será de unos 20.000.000 ? entre pantallas gigantes, fuentes, cámaras de seguridad, vallas, urinarios, instalación de los medios de comunicación y, ah, sí... el super altar de 2.000 metros cuadrados con microclima que piensan montar para que el señor Papa y sus obispos no se achicharren en pleno discursito, que julio y Valencia juntos es lo que tiene... que de 30 grados no se baja y, claro, eso no se puede consentir entre el gran clero.
Y sí, por supuesto todo esto es buenísimo para la ciudad, generará un montón de ingresos, la Gunis trabajará como nunca (podría haberlo dejado en 'la gunis trabajará' :P) y se esperan 1.500.000 de visitantes que dejarán aquí sus ahorros... pero ¿de verdad hace falta todo esto? ¿hace falta tanto gasto, tanta seguridad, tanto pijerío? Vamos, hombre... que faltan 2 meses y están ya montando un circo que pa qué!
Y lo que ya me ha tocado la moral es esto:
¿Será broma, no? ¿Cuándo hemos vuelto a la época de Franco? Que alguien me lo diga que yo no me he enteraó! Indiganda estoy con tremenda"orden"... y no sólo porque el xiquet tenga un quiosco y por la visita de marras tenga que dejar de vender ese tipo de árticulos (que total, después de quitarle el tabaco no le viene de uno más). Es que las censuras 'porque sí, por misco' me ponen mala.
Y que conste que la ley está ahí, existe y es real, pero creo que todos sabemos que hay menores de edad que saben muuucho más de porno que adultos de 40 años. ¿De qué nos vamos a asustar a estas alturas? ¿No podemos ver una portada de 'Penthouse' pero sí la 'Cosmopolitan'? Que tampoco digo que sea necesario ponerlas en primera plana, un poquito de miramiento con los peques hay que tener... pero de ahí a esconderlas va un mundo.
Y cinco días más tarde me encuentro con este otro titular:
Total, que el quiosquero que se aclare en distinguir las revistas de porno duro de las eróticas que vaya dando clases a los demás... porque la línea es tremendamente delgada en este punto. Buena suerte, quiosqueros de Valencia city!!!
Y lo malo es que aún quedan dos meses para prohibir cosas... ¿qué será lo siguiente? ¿las minifaldas? ¿los tops? ¿los tatuajes provocativos? Yo por si acaso voy a ir preparándome el hábito, que fijo que aquí en julio se pone de moda.
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