Vivo en una casa de enclenques, no hay duda!
Llevo dos semanas ejerciendo de enfermera casi a jornada completa. Entre el padre y la hija me tienen destrozá, virus que entra en casa, virus que va rodando entre el xiquet y la chindes cual pelotita de ping pong y así hasta el infinito.
Y ahora que parece que el xiquet se ha recuperado de todos sus males, va y le diagnostican a la chindes bronquiolitis, ole!
Aún así, y con fiebre y una tos de carajillera que pa qué, está pequeñaja no deja de sorprenderme... es de un bueno que espanta, no llora jamás, come como si se fuera a acabar el mundo (esto igual viene por el haaaaambre que pasé durante el embarazo :P) y se va con cualquiera sin extrañar a nadie, lo cual es genial teniendo en cuenta que me queda muy poco para volver al curro (grito interior desesperado). Vamos, que no es porque sea su madre, es que tengo una hija que es un sol... y para muestras, un botón :P
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