viernes, agosto 26, 2005

Mamá, frío, miedo

Llevo varios meses siendo testigo de ciertos fenómenos extraños. Y sí, me refiero a un Expediente X digno de que Mulder y Scully investiguen con urgencia, con urgencia para mí, antes de que me vuelva majareta u argo.
Resulta que desde que nos vinimos a vivir aquí (hace año y medio ya) el piso de al lado ha estado siempre vacío. Y de repente, una noche hace unos meses, mientras estaba tranquilamente viendo la tele... ¡el llanto de un bebé! Al principio pensé "¡joder, qué suerte la nuestra! A un lado la mujer con la voz más potente del mundo, abajo los bailasalsas, arriba los de "este mueble aquí no, mejor allí" y el único espacio silencioso lo ocupa el bebé llorón". Menos mal que es un llanto flojito y que solo se escucha desde el salón, eso sí... precedido de diversos movimientos de muebles y portazos.
¿Y dónde está aquí el fenómeno extraño? Pues bien, esos lloros y esos ruidos solo se escuchan por la noche, el resto del tiempo no se escucha nada más... ni voces ni "huyy, que le pasa a mi pequeñín", ni nada de nada. Pero es que además el piso del que procede en cuestión tiene todas las persianas de la casa bajadas y, en estos meses de investigación, esta es la hora que estoy esperando ver entrar o salir a alguien.
¿Me han tocado los vecinos fantasmas o qué? ¿Lo hacen adrede como método de estudio de comportamiento humano? ¿Serán unos traficantes que se esconden de la pasma?
No sé... pero a mi me tienen tan acojonadita que en cuanto el xiquet se va a dormir, yo al ordenador... lejoooos, lejos!

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