Vuelvo, después de una semana un tanto rarita y muy desconectada de estos lares, vuelvo. Y debo admitir que no estoy muy flamenca la verdad, y no porque me encuentre mal ni nada de eso... físicamente estoy estupenda y la criaturita sigue creciendo la mar de bien en mi interior, supongo que serán las hormonas que me están atacando sin piedad. Estoy de un vago que tira p'atrás, aunque paso de la hiperactividad más arrolladora a no poder moverme del sofa en cero coma. Y tengo sueño, me paso el día dormitando por los rincones... total, para que luego intente hacer una siestecilla de nada y no pueda, o para que por la noche se me pongan los ojos como platos y me digan "ah, bonita... se te pasó la hora!" Y cuando por fin consigo dejarme llevar por morpheo viene la simpática costumbre de mi vejiga de llamarme a gritos para que vayamos juntas al baño. Así no hay quien pegue ojo! Vaya jodienda!
¿Pero esto qué es? ¿Un ensayo de lo que vendrá dentro de unos meses? ¿Está tratando mi cuerpo de acostumbrarse a lo que tiene que venir? Pues ya le vale... al menos podría consultarlo conmigo antes, que al fin y al cabo la que tiene que currar y poner buena cara soy yo.
Y me hace gracia toda esa gente que me pregunta si tengo sueño. Yo les digo "pues sí, sí, perooo..." Y ahí me quedo, nunca me dejan terminar la frase. Me cortan rápidamente con un "pues aprovecha ahora, que después no vas a dormir en años"
Aggggghhhhh!!!!!
Actualizo una hora después para añadir algo que mi mente no recordaba pero que acaba de hacer cual bombillita, y es que anoche, entre tanto insomnio y tal, escuché una noticia en la radio que me dejó perpleja. Decían que una mujer escandinava había vivido 27 días con una araña, hasta ahí nada raro... ¿quién no tiene arañas en su casa? Pero la cuestión es que la tía marrana la había alojado cual pensión en su propio oido!! Puaj, puaj y puaaaaaaaj!!!! Qué viva la higiene señores!!!
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