Con todo el ajetreo navideño me he olvidado de contar un pequeño detalle (sin ánimo alguno de acojonar más al personal).
A este paso me quedo sin visitas a mi hogar de por vida, pero me arriesgaré. Resulta que por fin he tenido contacto con la vecina propietaria del piso fantasmil de al lado!!! Sí, con grandes resultados, ya lo digo. El problema es que tuve que medir muy bien mis palabras, porque tampoco era plan de entrar en el estanco de la buena mujer y soltarle algo así como "buenas, vivo en el piso de al lado suyo y llevo observando fenómenos extraños desde hace meses, lloros de bebé, ruidos, fantasmas que traspasan la pared y se me colocan en el sofá, el piso está vacío ¿no?... y ¿no se ha muerto nadie ahí últimamente? por cierto... ¿me da un bonobús?" Mmmm... no, hubiera sido demasiado, tenía que ser comedida, así que simplemente me presenté cortesmente y le pregunté si el piso estaba vacío. Y la respuesta fue SI, con lo que acto seguido me entraron un poco las cagaleras de la muerte y me limité a asentir a todo lo que la señora (muy agradable y muy atenta, por cierto) me iba comentando. Únicamente volví en mi cuando comentó que intentaba pasarse al menos una vez cada 15 días por su piso para comprobar que todo estuviera en orden "y claro, yo sabía que en vuestra casa vivía alguien porque veía las persianas subidas (gran detalle, sí señora), pero como nunca se oye ningún ruido, ni la tele ni nada pues tenía mis dudas". Que estuve a un pelo de responderle... "no se puede decir lo mismo de tu piso, bonita".
Total, que ya está claro... tengo unos bonitos vecinos fantasmas la mar de majos que me traen patatas. Esta noche voy a decir asín al aire " Vaya cariño, no tenemos dinero... recuerdame que mañana baje al banco a sacar". Igual los fantasmas me dejan un fajo o dos pa Reyes.
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