Anoche soñé que un guerrero del desierto me secuestraba, vestía de negro y lucía una bonita espada, era poco hablador pero tenía una mirada profunda que lo decía todo, apuesto, fuerte, me protegía de todo y de todos. Tenía que entregarme a alguien, pero durante el viaje algo inesperado ocurrió... y sólo recuerdo que en el momento de separarnos le cogí la mano y, mirándole a los ojos, dije: "no me dejes". Él me miró, cogió fuertemente mi mano y se puso delante de mi protegiéndome con su cuerpo...
En ese preciso instante un ataque de tos de la Chindes acabó con mi romántica aventura de cuajo :(
A ver si esta noche consigo el "vivieron felices y comieron perdices", y es que cualquira no se enamora de alguien así... aunque sea en sueños :P
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