Estres prenavideño

Ya es Navidad en mi pequeño y dulce hogar... y no lo digo solo yo, no, también lo dicen los super adornos navideños que hemos estado poniendo durante este finde. Teniendo en cuenta que esta es nuestra primera Navidad juntitos, revueltos y muchos etceteras más, bien teníamos que empezarla como es debido... es decir, con todos los abalorios requeridos en tan señalados días. Bueno, eso de "todos" es un decir claro... porque lo que es Belén como que no hemos comprado, más que nada porque no tenemos dónde ponerlo a no ser que me apropie de otra caja más para ese efecto, cosa que obviamente no pienso hacer... solo me faltaba eso.
Pues bien, a fin de conseguir este maravilloso ambiente festivo para mi casa, el sábado nos fuimos a Disvesa (llamese también almacén en el cual se surte el xiquet para sus ventas kiosquiles), donde además de comprar el árbol de navidad y sus amigos los adornos, hice honor a mi nombre de mujer tentadora y conseguí sacar también un par de libros pa regalar y una pizarra chulísima tipo vileda pero que además es magnética (adjunto foto en la cual se puede observar el buen uso que se hace de ella).
A parte de esto, poca cosa. Lo realmente urgente es que mañana tengo que comprarle el regalo de cumple al xiquet (ninoninoniiiiiii... las sirenas suenan... última oportunidad, último día... amos, como siempre apurando) y también tengo que organizar la comida de cumpleaños y la tarta (creo que haré una sacher, ya vorem como sale), bueno, y por último tengo que preparar un conjuntito algo especial para la cena de empresa, que es el viernes y aún no tengo nada claro ni qué ponerme ni que narices hacer con mi pelo ni con mis ojeras ni na de na.
Lo mejor, que como siempre no tengo tiempo de hacer tantas cosas.