lunes, abril 04, 2005

El poder de las alkalinas

Espero que después de exponer mi gilipollez aquí mismo no seais muy crueles conmigo... puedo asegurar que aún me estoy dando cabezazos contra la pared yo misma, sin ayuda alguna, gracias.

Como soy mujer de costumbres, para mi reciente viaje a Madrid en tren (recordemos que mi querido coche se quedó sin batería un día antes) llevé como entretenimiento para el trayecto los utensilios típicos... a saber... un par de libros, la radio, el mp3 pequeño y el grande. Pero como soy asín de previsora me olvidé de pedirle al xiquet que me trajera pilas, craso error!
El viaje de ida lo aguanté bastante bien pero para el de vuelta (en el que además el xiquet y yo teníamos asientos separados) decidí que era hora de comprar pilas pa enchufarme al mp3 grande y dormitar un rato. Entro en un kiosco de Atocha, el xiquet espera fuera, pido las pilas, pago y salgo con cara de flipá intentándo volver a encajarme la mandíbula en su sitio, con mi paquetito de 4 pilas finitas en la mano haciendo cálculos de la tremenda clavada que me acaban de meter... 6,20 euros!!!! No consigo reaccionar... pero si hace unos días estuve vendiendo esas mismas pilas a 3 euros, y ni siquiera eran las mismas, qué leches!!! que las que yo vendía eran Panasonic alkalinas y estas son Eveready Gold, marca la patata. Me siento gilipollas total, pero bueno... al menos tengo entretenimiento para el viaje.
Pero esto no acaba aquí... nooooooooo!! Subimos al tren nos distribuimos libros, revistas y mp3 varios, cojo el grande y ¡oh, dios mío! ¿ande coño está el cd que había dentro? mierda, mierda, mierda... me lo dejé en la mesa del despacho!!! Y así me quedo, con 4 pilas de más de 6 euros en la mano y cagandome en tó.
Ni que decir tiene que ahora mismo las pilas de oro están enmarcadas delante de mí, que he prohibido terminantemente que semejantes joyas sean utilizadas bajo ningún concepto... y mucho menos después de que el xiquet llegara el jueves con dos cajas de pilas (Panasonic) recién compradas y viera en la factura que cada caja que contiene 48 pilas cuestan ni más ni menos que 15,90!!
Por favor... que alguien me diga que no soy la única que ha sufrido una clavada similar, aunque solo sea para que me sienta un poquito mejor.

Nota: El cd estaba dentro del segundo libro que llevé, cosa que descubrí en cuanto lo saqué de la bolsa nada más llegar a casa, y sí... me he quedado una de las dos cajas que trajo el xiquet, por si acaso.

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