Cada mes, desde hace un año ya, mi jefa me obsequia con dos semanas infernales de tensión diaria. Este mes empezaron el martes pasado y acabará, si todo va bien, el día 30. Sabiendo de toda la presión que llevo en ese estudio en concreto, a la buena señora no se le ha ocurrido otra cosa que endosarme no 1 ni 2, sino 3 estudios más. Total, que voy de culo!
Pero esta vez, dentro de todo, me lo estoy tomando con una calma nada habitual en mí. Para empezar el viernes decidí que no me comería el coco el finde y de momento lo estoy consiguiendo. ¿Cómo?
1.- Llamo a mi mamá ayer por la mañana y le pido su receta del tiramisú
2.- Hago las pertinentes compras... mi nevera pide a gritos que la llene.
3.- Guarda comida, empaqueta, congela...
4.- Cuido del xiquet (ataque de jaqueca en 1 de sus 2 días libres al mes, típico en él)
5.- Cuando me descuido es la hora de comer... prepara algo, rápido!
6.- Ohhhhh... Indiana Jones y la última cruzada!!!! Ole y ole!
7.- Llegó la hora de la verdad, hay que preparar el tiramisú... pongo manos a la obra.
8.- Anda! Me olvidé de poner la lavadora! Marchando una de color rapidita.
9.- Resultado inimaginable de la tarta... hay que hacer fotos... y más fotos.
10.- No jodas, cariño! Ya es la hora de la cena???
11.- Bueeeeno... algo rapidito, qué tal unos spaghetti con algo?
12.- Sesión de miedo: Al final de la escalera. Y el xiquet aguanta como un campeón!! Buena recomendación, toyita.
13.- Cariñitos, arrumacos y demás variantes.
14.- Me dueeeeemo!!!
15.- Jaaarlll... me olvidé de tender!!!! En fin, ya lo haré mañana...
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