Mi mama me ha dicho que tengamos siempre velas encendidas en casa allá donde estemos, que al ser fumadores las velas absorben el humo y el olor y tal y cual... y de eso mi mami sabe mucho, que ha convivido durante muchos años con 3 fumadores empedernidos.
Como soy muy buena hija le he hecho caso y me he pasado los últimos 8 meses buscando velas que me aguanten más de dos días, porque no es tan fácil como parece, que vaaa! Los velones gigantes son muy curiosos a la par que desesperantes, los enciendes y empiezan a crear un super hoyo allá donde esté la mecha, intentas cambiarlo de posición pa ver si así consume un poco por las esquinas, nada, al final la mecha es enterrada por su propia cera líquida y a ver quien es el guapo que logra volver a encender la vela. Probé con velas de esas perfumadas que venden en los chinos y que vienen en unas cajitas metálicas muy cucas, al principio nos gustaron (la de frutas del bosque huele de vicio) pero resulta que su esperanza de vida es de exactamente 30 minutos, ni uno más. Con otras también perfumadas pero sin cajita me llevé un disgusto cuando la cera cayó con toda la intención del mundo sobre mi mantel nuevo, evitando de forma misteriosa el platito donde estaba puesta. Y así hasta el infinito.
Pero este finde hemos hecho un descubrimiento, las velas de Mercadona, también perfumadas y bien metiditas en un vasito. Y funcionan oyeee!! No solo no van derramando su espíritu por ahí, no solo la mecha aguanta todo lo que le tires, además huelen bien y duran horas y horas. Todo un descubrimiento.
Que de todos modos no quita para que deje de tener en todos los enchufes de la casa el ambientador antitabaco. Aunque lo que de verdad tendría que hacer sería dejar de fumar, que todo llegará.
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