jueves, noviembre 04, 2004

Cooombola

Soy muy poco aficionada a juegos de loterías en cualquiera de sus variantes. Hace como 12 o 13 años sí recuerdo que jugaba siempre a la quiniela, incluso me llegó a tocar una cantidad lo bastante fuerte como para subsistir por mi misma durante un año (en aquella época aún estaba con la asignación de los papás). En los últimos tiempos, sin embargo, solo he jugado a la primi cuando me he enterado de algún bote y a la lotería de navidad de la empresa y del bar de bajo del curro.
Eso hasta hace un par de semanas, día en el que la Xon apareció por el trabajo con las papeletas del Combo en la mano y nos reunió a las 4 compis prometiéndonos una jubilación anticipada en París. Así que de repente me vi sometida a un juego que es de lo más jodío que he visto jamás, con una combinación fija (4 en total, jugamos una cada una) y obligada a jugar de por vida porque al final ya te aprendes los números, claro, y encima me ha tocado ser la portadora de los boletos, que con lo despistada que soy cualquierdía los pierdo.
Este domingo pasado ya nos tocaron 2 reintegros que serán depositados en un bote para la futura cena. Se empieza así y se acaba soñando que te toca el reintegro, doble, triple y cómbola (toma ya!) y de repente estás en París prejubilada... aunque yo me conformo con ver la cara que se le quedaría a la jefa al ver que sus 4 chicas se van todas juntitas porque les ha tocado el gordo.
Y esto me recuerda que tengo 7 etiquetas de Nescafé por mandar, que eso sí que es un chollo y lo demás son tonterías. Dios... soy una ludópata!!!!

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