Empiezo a recibir señales ocultas de que me hago vieja.
Me molesta especialmente que seres ajenos a mí vengan recordándome la edad que tengo, que pa recordarla ya estoy yo, que me basto solita, creedme. Y es que no es la primera vez que mi banco me cambia de tarjeta porque sí, porque ellos saben mejor que yo que la mía me caduca por cumplir 26 años o 31... que me temo que en esta ocasión va a ser la segunda opción.
En realidad no me puedo quejar, no mucho, digo. Soy de la generación que ha crecido con el Carnet Jove, justo al cumplir 26 sacaron el Carnet +26 y ahora que se me acaba este cogen y se inventan la tarjeta Custom. No está mal... ahora solo me falta enterarme de si esa Custom tiene descuentos en algo que pueda aprovechar, porque con la +26 esa solo conseguí el descuento en la Ciudad de las Ciencias y poquito más. Lo del descuento en los cines y en el transporte urbano, que era lo que realmente me interesaba, hace ya muuuchos años que se acabó para mi. Benditos años aquellos!!
Otro signo de que mi mayoría de edad pasó a la historia son los dolores. Y sí, digo dolores en general porque ya me duele hasta el alma. Que una empieza con un achaque en el hombro y de repente toda la espalda se ha contagiado de lo mismo... y de ahí pasa a las piernas y al final acaba doliendote hasta la punta del dedo gordo del pie. Entre la urticaria crónica, la blefaritis que reaparece cuando le sale del nabo, las contracturas musculares por media espalda, la cabeza que se une al dolor de espalda, la merda de heridita en la comisura del labio que llevo arrastrando un mes y que encima no me deja reirme a gusto y el "ay, eso no lo puedo comer porque mi hernia, y eso tampoco porque me da ardor"... pero por favor!!! ni que tuviera 80 años!!! A ver si nos vamos repartiendo un poco los achaques varios porque yo ya estoy saturada.
Eso sí, no cogeré yo una gripe ni un simple constipado, no!! que parece que para eso estoy inmunizada. Hummm... tocaremos madera pa que nadie me lo pegue, que en el trabajo ahora hay epidemia.
Claro, que ya me dirán como voy a resfriarme saliendo de casa con 2 pares de calcetines en sendos pies. Por cierto, que ayer de camino al trabajo me tropecé... así, por casualidad, con una tienda de calcetines y me enamoré de unos bien gordotes antideslizantes más bonitos que bonitos. Entro, los cojo, me dirijo a la caja para pagar, observo que mi monedero está seco seco y le planto la tarjeta (la +26, que aún tengo edad!!), a lo que la señorita me responde amablemente "con tarjeta solo se puede pagar a partir de 6 euros". Miro a mi alrededor y justo a mi lado encuentro un bol gigante lleno de calcetines con muy buena pinta... 5 x 10 euros. Marchaaaando 5 pares más!! Cronometrado, 3 minutos y medio para 6 calcetines... no esta mal!!
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