domingo, octubre 17, 2004

Historias de madrugada

Ocurrido hoy mismo a las 5:40 a.m.

Suena un golpe que no sé si oigo o no oigo. Instintivamente alargo mi mano y empiezo a palpar la cama en busca del xiquet. Empiezan los balbuceos...
- Cariño... ¿dónde estás?
- En el suelo
- ¿Qué haces en el suelo?
- Pffffffggggrrrrrrrr!!
- ¿Estás bien?
- Pfff
Por supuesto todo esto sin abrir los ojos para nada. Y eso es lo que recordaba cuando me desperté esta mañana.
Obviamente he esperado ansiosa a que el xiquet llegara de trabajar para que me contara los detalles. Parece ser que se levantó, se desorientó, se puso a buscar la luna dentro de la habitación (sí, sí... dicho por él mismo), por lo visto se fue a sentar en la cama invisible y cayó al suelo.
Vaya, y yo toda la mañana pensando: "Pues sí que es raro el xiquet este... mira que tumbarse en el suelo a dormir, con lo bien que se está en la camita"

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